Como preparar el espacio para una fiesta: Jubilación

20160316_231433_hdrDecorar para un fiesta no tiene que ser  una ruina. Con un poco de imaginación y unos ratitos de trabajo podemos disfrutar de un espacio agradable y creativo .

Hace unos meses se me planteó la celebración de mi fiesta de jubilación, ya sé que la mayor parte de la gente opta por una fiesta “sorpresa” donde todos te homenajean.

Yo quise hacer la cosas con honestidad, y organizarlo de una manera alternativa, en vez de dejar que hicieran las cosas por mí y que me “sorprendieran”, decidí  invitar yo y sorprender a mis compañeros/as y resto del personal del centro.

Yo me tomo las fiestas como una forma de dar las gracias a las personas que de una manera u otra forman parte de mi vida, por eso pongo mi alma en ellas, a los padres/madres y niños/as  se los hago en las fiestas de entrega de orlas y a mis compañeros/as quise hacerlo con la jubilación.

Para ello trabajé durante unos meses antes y a ratitos. Comencé la decoración de la mesa haciendo tres topiarios con bolas de poliexpan y goma eva, después diseñé y elaboré el mantel con flores de papel adhesivo que hice con la troqueladora.

Las jarras de flores eran botes reciclados y adornados con cintas de colores.

La decoración del techo la hice con bolas de papel seda de los colores de la vajilla que iba a utilizar: diferentes tonos de rosa, verde y blanco.

Las sillas las adorné con tiras de papel plástico blancas procedentes de bolsas de basura y cintas de papel .

Hice un “fotocol” para las fotos de recuerdo  imitando una ventana, la base está realizada con cartón duro y forrada con goma eva, lo colgué detrás de unas estanterías decoradas con cintas de papel.

Diseñé y realicé un panel de bienvenida básicamente con cartulina y flores de papel.

Por último elaboré unos recordatorios (marca páginas) con goma eva y personalicé los sitios de cada comenzal con sobres hechos con cartulina y blondas de repostería.

Si alguien quiere hacer algo similar siempre tiene las fotos, como digo en otras ocasiones son trabajos sencillos y sólo requieren tiempo, ganas y entusiasmo.

He sido maestra de infantil durante uno 39 años, he disfrutado de mi trabajo al cual le tengo que agradecer la persona que soy hoy en día.

Aquí les dejo mis palabras de despedida  en homenaje a los niños/as, padres y madres y todas las personas  que luchan por el derecho a  una educación pública y de calidad.

 Y como siempre les digo, no duden en hacerme llegar las dudas y sugerencias.                          

 Adiós con el corazón

Quisiera comenzar recordando y dando las gracias a las maestras de mi vida.

Comencé en el colegio a los siete años pero ya sabía leer, escribir y hacer muchas manualidades. Todo ello gracias a mi primera maestra “mi madre”,  la persona que más influencia ha ejercido sobre mí.

Mis valores de los que estoy muy orgullosa se los debo a ella, también mi amor a la enseñanza, desde niña soñaba con ser maestra.

Cuando llegué a la escuela me recibió “Mari Carmen”, una maestra jovencita, dulce, cariñosa y cercana que me acompañó hasta los diez  años y siempre deseé ser como ella.

A lo largo de mi vida han pasado muchos educadores/as pero su huella la percibo menos.

He cumplido mi sueño y me he sentido siempre feliz con mis niños y niñas y con sus familias.

Me voy sin malos recuerdos o malas experiencias porque he querido y he puesto todo mi empeño para que así fuera.

Llevo en el colegio “El Cardón” 18 años, llegué suprimida del “Tamogante” donde pensaba jubilarme. Antes de llegar aquí estuve de paso en otro centro muy cerca de mi casa  (de todos es conocido mi mala relación con los coches), las compañeras no entendían porque me iba, yo les comentaba que no era feliz allí, me miraban extrañadas y me decían  “Loli no seas ilusa esto es trabajo y en el trabajo raramente se es feliz”

Quiero dar las gracias a todos porque me han permitido “ser feliz en mi trabajo”.

Estando sana o enferma siempre he venido con alegría y me he sentido con libertad a la hora de planificar y realizar mi trabajo.

Siempre digo que soy una persona con suerte, me han tocado los mejores niños/as, las mejores familias y los mejores compañeros/as.

Lo que más me gusta de la vida es querer y ser querida, esta profesión me ha permitido querer a muchas personas e igualmente me he sentido querida y respetada.

¿En qué profesión me iban a decir todos los días: ¡Te quiero Loli! ¡Qué guapa eres! y a recibir abrazos a diario? Ser maestra de Infantil ha sido un premio.

Por ello quiero dar las gracias a todos y todas.

Cuando llegué al mundo de la educación tuve la suerte de compartir ilusiones y trabajo con un grupo de docentes amantes y defensores de La Escuela Pública, me contagiaron el compromiso por una sociedad en la que  gran parte de la población sólo tiene esta oportunidad de enseñanza reglada en su vida.

He creído en la enseñanza pública y la he defendido como trabajadora y como madre.

No sería la misma sin la influencia de Marino Alduán, Agapito Polo, de las maestras del grupo de programación y de tantos otros que me acompañaron en los primeros años. De ellos aprendí que nada (Ni niños, ni padres, ni equipos directivos, ni Consejería) me quitarían la alegría y el compromiso por el trabajo.

Quiero también dar las gracias a mi familia y a mis amigos que siempre que disponían de algo me decían: ¿Loli te servirá para tus niños? o ¿Necesitas ayuda?

Especialmente doy las gracias a Felo y a Pablo, sin ellos no me hubiera sido posible dedicar tantas horas de mi vida a este trabajo, me han brindado ayuda, tiempo, comprensión, apoyo, seguridad y cariño.

Han pasado durante estos 39 años muchas personas, maestros/as, padres y madres, abuelas … que me han valorado y han hecho que mi autoestima creciera, por todo ello siempre les estaré agradecida.

Pienso seguir vinculada al colegio El Cardón, con las familias impartiendo el taller de manualidades que he prometido a las madres, con los niños y niñas favoreciendo el cambio de maestra y con otras actividades que vayan surgiendo.

En fin si me lo permiten tendrán que seguir aguantándome.

Creo que he conseguido las metas que me propuse y no sé como abordaré esta nueva etapa de mi vida.

Debo mucho a esta profesión, ha conseguido hacerme mejor persona, me ha permitido acercarme a los más desfavorecidos a nivel económico, social o intelectual, no sería la misma sin todas las experiencias gratificantes que me han permitido vivir, sin todo el cariño que me han dado, por ello doy las gracias a todos/as.

Y termino con un poema que me parece un himno a la vida:

Nunca te detengas

Siempre ten presente que la piel se arruga,

el pelo se vuelve blanco,

los días se convierten en años.

Pero lo importante no cambia.

Tu fuerza y tu convicción no tienen edad.

Tu alegría es el plumero de cualquier tela de araña.

Detrás de cada línea de llegada hay una de partida.

Detrás de cada logro, hay un desafío.

Mientras estés viva, siéntete viva.

Si extrañas lo que hacías, vuelve a hacerlo.

Sigue aunque todos esperen que abandones.

No dejes que se oxide el hierro que hay en ti.

Haz que en vez de lástima, te tengan respeto.

Cuando por los años no puedas correr, trota.

Cuando no puedas trotar, camina.

Cuando no puedas caminar, usa el bastón.

¡Pero nunca te detengas!

 

 

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